Algunos ejemplos.
- Unos estudiantes elaboran sus apuntes conjuntamente, obteniendo un resultado depurado y mejor.
- Un profesor valora un trabajo colectivo realizado por alumnos, puede emitir una valoración global o una valoración individual de la aportación de cada alumno.
- Una empresa colabora con sus clientes para crear nuevos productos, ambas partes quedan satisfechas.
- Trabajadores de una empresa lanzan una iniciativa que presentan a sus directivos, se han sentido escuchados y valorados.
- Un abogado recibe ayuda de colegas de profesión en la redacción de un recurso, el resultado ha sido perfeccionado.
- Una ONG colabora con sus voluntarios y capta talento entre ellos, crece la ilusión en ambas partes.
- El gobierno de un país lanza un debate abierto y obtiene uno o varios planes consensuados por los ciudadanos.
- Varios vecinos escriben conjuntamente la historia de su población, será una historia más verosímil.
- Unos amigos planifican un viaje de forma conjunta, todos aportan ideas, no puede salir mal!
Muy pronto te darás cuenta de las posibilidades que abren las herramientas de colaboración. Utilízalas en tu empresa, en tu asociacion, en tu club, en tu ciudad, en tu centro de estudios o en tu grupo de amigos.
El futuro es la colaboración. Implementar los sistemas para ello es un privilegio que le ha tocado a nuestra generación. Esto no ha hecho más que empezar…